Las flores de Bach, conocidas y utilizadas en casi todo el mundo como remedios
efectivos e inocuos, constituyen un sistema de tratamiento natural, basado en elixires florales, que se emplea para armonizar de manera holística (integral) los desequilibrios físicos,
emocionales, mentales y espirituales de todos los seres vivos (sean humanos, animales o vegetales).
Mediante la armonización de los estados negativos, las flores de Bach ayudan a
reestablecer el equilibrio emocional perdido.
Esto no sólo resulta beneficioso para la salud psicológica, sino que además estimula la capacidad propia del cuerpo para curarse a sí mismo.